viernes, 2 de septiembre de 2022

Capítulo 4: El doctor Castañera y el momento "eureka"

Si hacemos memoria, recordaremos que doña Fedora tuvo una idea magnífica: presentar al doctor Castañera a su consuegra doña Charo y a su nuera, Sofía, que estaba padeciendo una migraña terrible. 


El doctor les hizo un huequito y las atendió rápidamente en su consulta...

-Queridas mías, os presento a un médico excepcional y mejor amigo -les dijo doña Fedora-: el doctor Carlitos Castañera. Una eminencia de médico con una visión de la salud de lo más holística...

-Fedora siempre tan amable -dijo el doctor-. Estaré encantado de atenderlas.


-Se trata de mi hija -dijo doña Charo.

-Tengo desde ayer una migraña terrible, doctor -dijo doña Sofía.

-La niña es que le ha estado dando bastante a los Nolotiles y nos tiene preocupadas -añadió doña Fedora-. A ver si hay otra solución tan efectiva pero menos fuerte...


- La buscaremos, querida Fedora -contestó el doctor Castañera-. A ver si podemos tratar el asunto sin tanta química. Que si hay que ir, se va, pero ir para nada es tontería.

Mientras hablaban, el doctor no podía quitar los ojos de doña Charo. De pronto sintió en el pecho un "je ne sais quoi-un qué sé yo" que le dio como un vahído taquicárdico... Mon dieu... 




Doña Charo, por su parte, también notó un cierto cosquilleo y le hicieron los ojos chiribitas... Aquel hombre tan exótico, aquella trenza tan exuberante, aquella educación y saber estar...


-Señoras mías -dijo el doctor sentado y recomponiéndose del flechazo-, lo primero será hacer un reconocimiento a fondo de la paciente, por supuesto.



El doctor hizo pruebas a doña Sofía. La miró de frente y de lado, por dentro y por fuera...


... Hizo, en definitiva, todos los reconocimientos y pruebas pertinentes.


Por último habló con doña Sofía y echó mano de sus conocimientos en psicología de última generación.

-Sofía, querida. Nada orgánico causa esta migraña tuya. Así que no me queda otra que preguntarte: ¿hay algo que te acongoje?


Después de un poquito de charla y de alguna lagrimilla, doña Sofía tuvo algo así como una revelación y se encendió cual bombilla (tal y como se puede apreciar en la foto).

-Señoras, creo que Sofía ha encontrado la solución a su migraña. 

-Qué alegría -respondieron suegra y consuegra al unísono-.

-Mamá, Fedora... Quiero hacer carrera y trabajar fuera de casa; quiero ser una mujer independiente además de madre y esposa. Me sentía culpable, pero ya no. Y curiosamente siento ahora mi cabeza despejada e indolora.

Doña Charo y doña Fedora estaban muy felices con este desenlace tan rápido y feliz. 

-Adelante, mi niña -la animó doña Charo-. A ti siempre te gustó estudiar y hacer tus cosas. Fue el paleto de tu padre, el que no quiso que estudiaras más porque eras chica. Ahora es tu momento, cariñete.




-Pues maravilloso entonces -dijo el doctor, admirado de las palabras de doña Charo y lamentando que tuviera un marido tan zoquete-. Me pongo a su disposición para lo que necesiten, señoras mías. Una vez más se demuestra que para muchos desórdenes psicosomáticos lo que va mejor tomar... son decisiones. 



-Tanto gusto, Sofía -dijo el doctor a su iluminada paciente-. Sigue tan enfocada como vas y para adelante.

-Muchas gracias por todo, doctor -dijo doña Sofía.



Cuando salieron de la consulta, estaban tan contentas que pensaron en celebrarlo a lo grande. Doña Fedora las llevó a un bar muy chic que conocía por el barrio.


-Bien está lo que bien acaba -dijo doña Charo-. Qué orgullosa estoy de ti, hija mía. Esto es un cambio de ciclo, un nuevo paradigma en la familia.

-Estupendo -dijo doña Fedora ya con el cava en la mesa-. Celebremos pues ese cambio de paradigma...

El camarero Tobías, que estaba sirviendo pastitas a la clientela del bar, estaba muy atento y de forma muy profesional controlaba la sala.






Se acercó a la mesa de Doña Sofía, Doña Charo y Doña Fedora 
y les ofreció unas pastitas para acompañar el cava.


-Sofía -dijo doña Fedora levantándose-, brindemos por este nuevo objetivo que te has marcado, querida. Te deseo que disfrutes, tanto del camino, como de la llegada a meta...

-A tu salud, cielo -dijo doña Charo emocionada-. Estoy tan feliz...



Y aquí dejamos el capítulo de hoy. Celebrando por todo lo alto un cambio de rumbo importante en la vida de doña Sofía...




CONTINUARÁ...






 

2 comentarios:

  1. Que buena pinta esas galletas y vaya con Tobias el pastillero.
    Como está el barrio ja ja ja.

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  2. Jajjajaja Me acabas de dar una idea, Dolors. En principio Tobías repartía pastitas de té, pero oye, lo mismo lo hago más underground... 😂😂😂

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