lunes, 19 de diciembre de 2016

Capítulo 1: Una familia




Es diciembre de 1974 y Doña Sofía Martínez mira absorta a su familia mientras calienta la leche del desayuno.


La pequeña Carlota se sube a una silla para recitar la poesía navideña que ha preparado:

"Va un burrito caminando
paso a paso hacia Belén
florecillas lo saludan 
y él  no sabe bien por qué..."




 - Muy bien, Carlota -dice su padre-. Te la sabes muy bien.

Pedrito, el hermano mayor, está muy orgulloso de su hermana y no se pierde detalle mientras ayuda a poner la mesa.




-Vamos, a desayunar -dice la madre-, que no lleguéis tarde al colegio.

Los niños hoy están muy contentos porque es su último día de clase. ¡Mañana empiezan las vacaciones de navidad!


-Un besito a mamá, que nos vamos -les dice don Alberto.


-Y otro besito para mí -dice don Alberto todo amoroso. Ay, el amor...


-Venga, parad ya, pesaos... -dicen los pequeños muertos de risa.


-Vaya papás besucones tenemos -dice Pedrito a su hermana.


-¡Hasta luego, amores!


Cuando por fin se queda sola, doña Sofía recoge la cocina y empieza su jornada.


- RIIIINNNNGG.... RIIIIIIINNNNGGG...
- Quién llamará?

- ¡Hola mamá!.... Sí, estupendo, ven luego a eso de las doce... Así organizamos la cena de nochebuena y hablamos un rato.



- Más vale que me dé prisa. Hay que recoger la casa y todavía faltan los adornos. Este año se me ha echado el tiempo encima. Uuufff...


Doña Sofía es ama de casa y tiene de profesión aquello de "sus labores". Se trata de una profesión bastante exigente que suele ser muy poco agradecida.



 Pero que muy exigente...




... y poco agradecida... 😕



Sofía lo deja después de meter el pollo en el horno para la comida. Y, aunque aún tiene que recoger, acaba justo a tiempo para recibir a su madre, doña Charo.



- ¡Hola mamá!
- Hola, tesoro. Veo que todavía te queda adornar la salita. ¿Quieres que te eche una mano?
- Me parece estupendo. ¡Como cuando era pequeña!


- Esta guirnalda es preciosa -le dice su madre-, muy tupidita y de muy buena calidad.
- Cómo se nota que eres tendera -le dice su hija divertida-, te fijas en todo.


-Y ahora dame una última bolita.
- Toma, hija mía..


- Ha quedado todo precioso, Sofía. Qué arte tienes, por Dios.
- Es que las amas de casa también tenemos que desarrollar una vena artística, jajaj...


- Ven, vamos a tomarnos un cafetito y unas galletas de premio.



Y  así madre e hija se sientan a hablar un rato de las cosas de la vida:

- Hija mía, cómo me gustaría poder echarte una mano.
- No te preocupes, mamá, que bastante tienes tú con lo tuyo.
- Sí, pero si tuvieras más tiempo -se lamentaba doña Charo-... Siempre te había gustado estudiar...
- No te preocupes, mamá, que estoy bien.
- Lo sé, hija, lo sé, pero quizá podrías estar aún mejor -Doña Charo le guiña un ojo a su hija.



- DING DONG... DING DONG...
- ¿Quién será? No espero a nadie...


- ¡Hola, mi queridísima nuera!
- ¡Fedora, pero qué sorpresa! Estoy tomando un cafetito con mi madre, pasa y la saludas, que se alegrará de verte.
- Vamos, Sofía, pero no he venido sola. Tengo una sorpresa para tí...



... Te presento a Reme, la hermana de Herminia, mi asistenta. Acaba de llegar a la ciudad y viene a ayudar a su hermana con la casa, que es muy grande. Pero he pensado que podría venir aquí un par de días. Creo que te iría bien una ayudita, así tendrás tiempo para otras cosas.
- Mucho gusto, doña Sofía -dice Reme toda tímida.
- Tanto gusto, Reme. Vamos las tres a ver a mi madre.



- ¡Charo,  mi querida consuegra!
- ¡Fedora, pero qué agradable sorpresa!


- Le digo a Sofía que sería bueno que tuviera un poquito de tiempo para ella y que le he traído refuerzos.
- Fedora eres pitonisa. De eso mismo le hablaba yo justamente.



- Pues aquí tenemos la solución -dice Fedora- La maravillosa Reme viene a mi casa, pero podría venir a ayudar a Sofía un par de días a la semana. Creo que los hados nos son favorables, Charo. 


Reme, recién llegada del pueblo, ha pasado miedito, pero ahora está muy contenta. Estas mujeres parecen la bomba, tienen ganas de contratarla, y le encanta la idea de formar parte de su familia.
- Sólo puedo decir una cosa -dice Reme-: ¡Qué felicidad!



Este es el principio de una hermosa amistad...




CONTINUARÁ...

5 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias por el ánimo ¡y muy felices Fiestas a toda cuartinlandia!:)

      Eliminar
  2. Hola Laura
    Que alegría leer por fin las aventuras de tus hogarines. Has conseguido muchas cosas en poco tiempo y en muy bien estado, enhorabuena!!!
    La decoración navideña me gusta mucho, yo también estoy preparando la mía je, je.
    Tu chacha lleva una puntilla diferente a la típica, esa me falti.
    Espero ver la continuación pronto.
    Por cierto no veo para hacerme seguidora de tu blog.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola!

      Sí, por fin ya tengo en marcha el blog. Me ha costado lo mío. Esto de rodar "películas" tiene su intríngulis, jeje...

      Y tienes razón, he tenido mucha suerte. En poco tiempo he conseguido bastantes cosas y en bastante buen estado. A ver si van cayendo las pocas que me faltan en mi colección (yo no aspiro a los niveles de la tuya, eso es nivel superhéroe de la Marvel XD).
      Pero vaya, que estoy muy contenta.

      Ahora veremos a ver qué va pasando con esta familia..

      No me había fijado en eso de la puntilla de la chacha, qué bueno... ¿Así que hay diferentes modelos y también los coleccionas? Lo que decía, lo tuyo es nivel superhéroe XD

      Tengo ganas de ver tu decoración navideña ;)

      Un abrazo y muchas gracias por pasar a vernos.

      ¡Hasta muy pronto!

      Laura

      Eliminar
    2. Hola Laura
      supongo que como con Nancy, cuando se acababa una puntilla ponían otra, como las camisas del abuelo...
      Un abrazo.

      Eliminar

El comentario se publicará cuando haya revisado su contenido. ¡Muchas gracias por tu visita!